Un legado que perfuma la piel
En 1967, la joven Celia Mesas abrió las puertas de su atelier “La Orquídea Blanca”, un lugar común para quienes buscaban un aroma, pero extraordinario para quienes querían una emoción embotellada.
Aquella perfumería no era solo uno más: era un refugio para el lujo sensible, para el perfume como recuerdo, para la belleza que no se grita, sino que se siente.
El legado que se respira
Aquel sueño, frágil como un pétalo, floreció con el tiempo gracias a la convicción de que la piel tiene memoria y el perfume es su mejor recuerdo.
Hoy, MAISON CELIA rinde homenaje a esa semilla original en cada frasco. En cada diseño. En cada aroma. Porque el verdadero lujo es atemporal.

Cada detalle lleva una historia
El peso del papel, el tacto del frasco, el silencio del aroma que se abre… Todo habla de excelencia, emoción y sentido. Cada fragancia fija una identidad, cada caja encierra un legado.
Esta es la filosofía de MAISON CELIA: crear perfumes que no solo se llevan, sino que viven contigo.
Invitación al descubrimiento
Quienes habitan el universo MAISON CELIA saben que una fragancia es más que un aroma: es una carta de amor al arte del perfume, un susurro para la piel, un sello invisible que deja marca.
Descubre hoy el legado, la elegancia y la emoción de MAISON CELIA.